El gas natural es una fuente de energía altamente ventajosa por su suministro continuo y su eficiencia energética.
Es la opción más limpia entre los combustibles fósiles para casa individuales o grandes instalaciones para comunidades de vecinos o empresas.
Su abundancia y accesibilidad en muchos países garantizan un suministro a largo plazo. Además, el gas natural es versátil, utilizándose en la generación de electricidad, calefacción, cocina y como combustible para vehículos.